En Xian durante la Revolución Cultural, unos campesinos encuentran por casualidad este espectacular yacimiento con miles de soldados de terracota. Sólo un pequeño porcentaje se ha desenterrado.
Miles de soldados, y muchos más que aun siguen enterrados, todo lo que alcanza la vista cubierto por un inmenso ejército en esta instalación cubierta. No se desentierran más porque no se podrán matener a la intemperie en condiciones óptimas. Las autoridades chinas consideran más prudente que esperan bajo tierra.
Arqueólogos chinos trabajan para ir sacando a la luz el inmenso ejército.
Poco a poco nuevos soldados se van incorporando a las filas tras siglos de permanecer ocultos.
No solo hay soldados de infantería, sino monturas y carros.
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Todos los soldados son únicos, no se trata de una repetición del mismo molde. Algunos no parece fácil que se recuperen... |
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Uno de los campesinos descubridores del yacimiento, firmando un recuerdo de la visita. |
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En el museo se pueden observar las figuras con mayor detalle. Son muy diferentes las de oficiales que las de soldados. |
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Los oficiales se reconocen, además de por su uniforme, por tener una cara más rellena por la mejor alimentación. |
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No es la misma figura repetida. La variedad de posiciones y gestos es inmensa. |
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Este carro es una de las joyas del yacimiento. Un alarde de técnica y arte. |
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Espectaculares estatuas de caballos. Los detalles en las bridas y bocados son una proeza técnica para la época. |
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